En el tercer trimestre de este año, el mercado inmobiliario chileno ha mostrado señales claras de revitalización. Según un estudio de Mercadoinmobiliario.com, los precios de casas y departamentos han experimentado una disminución, lo que ha despertado el interés de compradores, inversionistas y analistas del sector. Esta baja en los precios, combinada con una alta demanda en las comunas urbanizadas y una rentabilidad atractiva en las zonas periféricas, está creando un panorama ideal para quienes buscan adquirir propiedades. Pero, ¿es este el momento adecuado para dar el paso?
Después de un periodo de incertidumbre económica, con altas tasas de interés y una inflación descontrolada, el mercado inmobiliario está comenzando a mostrar un notable dinamismo. La flexibilización de las condiciones crediticias y un aumento en la oferta de propiedades han jugado un papel clave en la recuperación del sector, favoreciendo a los compradores, quienes ahora se encuentran con mejores condiciones para acceder a la propiedad de sus sueños o realizar una inversión inmobiliaria.
Uno de los factores más relevantes de esta recuperación ha sido la flexibilización de los criterios de los bancos. Actualmente, las tasas de interés hipotecarias rondan el 4% sobre la UF, lo que representa un alivio importante para quienes desean acceder a un crédito. Aunque estas tasas no son tan bajas como las de años anteriores, su mejora respecto a los niveles más altos alcanzados durante la crisis es significativa. Esto ha dado un impulso importante a la demanda, generando un ambiente de mayor confianza en el mercado.
El grupo de compradores que más ha sido impactado por la crisis inmobiliaria de los últimos años son los jóvenes, especialmente aquellos menores de 35 años, quienes solían estar excluidos del mercado debido a la falta de acceso a crédito o los elevados precios de las propiedades. Hoy, sin embargo, tienen una nueva oportunidad: créditos hipotecarios más accesibles y plazos de hasta 40 años. Aunque solo el 27% de los jóvenes en Chile pueden permitirse la compra de una vivienda en la actualidad, las nuevas condiciones financieras han logrado reducir la carga mensual de los préstamos en hasta un 30%. Esto abre una ventana de oportunidad para un segmento de la población que antes no podía acceder a la propiedad de una vivienda, lo que representa no solo un alivio financiero, sino también una señal de que podría ser el momento adecuado para dar el paso hacia la compra de una propiedad.
Por otro lado, la reciente estabilización económica ha sido otro factor clave en este proceso de revitalización del mercado inmobiliario. La inflación se encuentra bajo control, lo que ha permitido que las expectativas de crecimiento se estabilicen, generando mayor confianza entre los inversionistas. Además, los rendimientos de los instrumentos de renta fija, como los bonos, están a la baja, lo cual refuerza el atractivo de la inversión en inmuebles como una alternativa más segura y rentable a otras opciones.
Con este panorama, aquellos que están considerando la compra de propiedades como una forma de inversión pueden estar ante una oportunidad única. Si bien este escenario podría no ser eterno, aprovechar la estabilidad económica actual podría resultar en un retorno considerable en el futuro, tanto a través de la apreciación de la propiedad como por medio de los ingresos generados por su arrendamiento.
No obstante, aunque el mercado muestra señales de reactivación, el nivel de oferta sigue siendo alto, lo que genera una competencia intensa entre los vendedores. Por ello, es fundamental que los propietarios ajusten sus expectativas y sean flexibles en las condiciones de venta. Los propietarios que valoran sus propiedades de forma realista y están dispuestos a negociar aspectos como los plazos de pago o los gastos de escritura tienen más probabilidades de cerrar un trato exitoso.
El mercado inmobiliario chileno atraviesa un periodo de revitalización, con precios más bajos y condiciones crediticias más accesibles. Esto genera un panorama favorable tanto para compradores como para inversionistas. Sin embargo, es importante recordar que la compra de una propiedad es una decisión de largo plazo que debe alinearse con las necesidades y objetivos personales. Como decía Séneca, “si uno no sabe hacia qué puerto se dirige, ningún viento es favorable”. Es esencial tener claridad sobre nuestras metas a futuro antes de tomar una decisión impulsiva, ya que, si bien las condiciones del mercado son atractivas, cada compra debe estar basada en un análisis reflexivo de nuestras circunstancias personales y financieras.